Gaudium et spes

   Gaudium et spes es el nombre de la única constitución pastoral del Concilio Vaticano II y trata sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo ,es la manifestación más clara de lo que pretendía Juan XXIII. Fue  promulgada por el Papa Pablo VI el 7 de Diciembre de 1965.

 

CONTEXTO

    Habían pasado 20 años tras la segunda guerra mundial y se estaba avecinando un gran cambio en la tecnología, la energía nuclear, los ordenadores desarrollados, los elementos electrónicos, etc. Estaban cambiando las estructuras sociales que le antecedía. La justicia y la igualdad no dirigían las acciones de los ciudadanos, y, es así como la escasez vivía al lado de la opulencia.

   Se estaba produciendo una explosión demográfica debido a las grandes concentraciones urbanas, la dignificación igualitaria de la mujer en la sociedad y en el ámbito laboral, la pérdida de los valores tradicionales en la familia. Por todo esto y mucho más Juan XXIII se dio cuenta que era necesario poner a la Iglesia al día siguiendo con los mismos valores, de ahí que convocase al Concilio VaticanoII.

 

MENSAJE DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

Prioriza sobre cuatro puntos,  los cuales son:

• El papel del hombre en las revoluciones del mismo modo que en la economía, y teniendo en cuenta que el hombre debe ser el sujeto y el protagonista del desarrollo.

• El derecho y el deber al trabajo que es lo que hace digna a la persona para poder alcanzar el descanso y la diversión.

• Se denuncia y se hace refencia a la enorme brecha entre ricos y pobres.

• Resalta la función social de la propiedad privada.

    Gaudium et Spes es el documento más importante en la tradición social de la Iglesia. Indica el deber que tiene el pueblo de Dios de observar o hacer la comparación de aquel tiempo en el que se escribió el Evangelio, con el actual, y así darse cuenta de la pérdida de valores de la sociedad y lo generalizado que se había convertido. Sus puntos principales son la misión de que tiene sobre todos los humanos la Iglesia, tanto como la función que tiene en el mundo y los secundarios los relacionados con la familia y lo que la rodea para su bienestar como la economía, la cultura, la política y la solidaridad.

   A parte de los anteriormente citados también se incluyen los auntos morales que nacen en estos tiempos, y certifica que a pesar de los medios modernos se están agravando las desigualdades, se carece del entrañable y verdadero diálogo, esencial para la comunicación de países y personas.

   Finalmente como no podía ser de otro modo el mensaje final y al que derivan todos los anteriores es, Cristo. Tanto los cambios tecnológicos como sociales ofrecen de la misma manera magnificas oportunidades y enormes obstáculos para la vivencia de la verdadera vida cristiana.

   Es deber de la Iglesia en el mundo luchar porque se den las condiciones necesarias para la promoción de la dignidad humana y del bien común.

 ACTUALIDAD

    Para acabar tengamos presente que el Gaundium et spes nos ofrece la capacidad de reflexionar sobre nuestro entorno. Definitivamente este escrito es una recopilación sobre los problemas de la enseñanza social de la Iglesia aplicado a hoy en día.

Los principios de la Doctrina Social de la Iglesia

El tema principal de nuestras últimas clases de religión, ha sido la doctrina social de la Iglesia. En concreto, nos repartieron unos documentos con respecto a dicho tema. Pues bien, yo tuve que trabajar con los principios de la doctrina social de la Iglesia. Estas fueron las conclusiones a las que llegue:

1º. La dignidad de la persona humana: de aquí destacar que lo principal para la iglesia es el respeto por la dignidad de las personas, prescindiendo de raza, sexo, edad, patria, religión, inclinaciones sexuales, empleo o nivel económico, salud, inteligencia, éxitos o cualquier otra característica diferenciadora. Es cierto todo esto se cumple, la iglesia no discrimina a nadie por su color de piel, su manera de pensar, su forma de actuar… esto no importa porque lo bonito de la iglesia, lo que de verdad hay que destacar es que lo que nos une es más fuerte que lo que nos separa.

2º El principio de participación: podríamos decir que todas las personas tienen el derecho y el deber de participar en la sociedad, buscando juntos el bien común y el bienestar de todos especialmente de los pobres y más vulnerables. El trabajo es una forma de participación continua en la acción creadora de Dios. Pero se deben respetar los derechos fundamentales de los trabajadores. Pongamos por caso contrario a esto que defiende la iglesia, a esos pobres niños que trabajan en fábricas, por unos salarios escasos en unas condiciones inhumanas y con jornadas laborales inimaginables, tan solo para poder llevar algo de dinero a casa.

3º El principio de solidaridad: la solidaridad se puede dar entre personas y en la misma sociedad, lo cual puede ser considerado como un principio social y como una virtud moral. Esto implica que los hombres de nuestro tiempo cultiven aún más la conciencia de la deuda que tienen con la sociedad en la cual están insertos.

4º El principio de subsidiaridad: este principio, pone un límite adecuado a la acción del gobierno. Esto lo hacen porque los gobiernos opresores violan siempre el principio de subsidiaridad; los gobiernos excesivamente activos también violan, a veces este principio. La negación de este principio limita a anula la libertad individual y de los grupos sociales. En este caso podríamos poner como ejemplos las dictaduras.

5º El bien común: como bien común entendemos el conjunto de condiciones que permite a las personas alcanzar el desarrollo pleno de sus capacidades humanas y llegar a la realización de su dignidad humana. Es un deber de todos los miembros de la sociedad, siendo todos participes de él incluyendo el disfrute de sus beneficios. Un claro ejemplo de bien común es aquel realizado por las ONG. De hecho, nuestro propio colegio sirve también para aclarar lo que este principio pretende decir. Con su ONG Proclade colabora con numerosos proyectos para este bien común.

6º Justicia social: el destino universal de los bienes: El principio del bien común tiene como implicación obligada el destino universal de los bienes. La persona no puede prescindir de los bienes materiales para alimentarse, crecer, desarrollarse y relacionarse, pero no hay que aferrarse solo a lo material. Hay que considerar la economía desde los valores de la justicia y la solidaridad. El fin es hacer un mundo justo donde todos los pueblos puedan desarrollar sus posibilidades humanas. 

León XIII y la "Renum Novarum"

Hoy voy a comentar un documento que tuvimos que trabajar en clase. Como yo falté a clase el día que lo hicieron, de todas las posibilidades que había, he escogido hablar sobre León XIII y la “ Renum Novarum”.

La “Renum Novarum” fue el primer documento oficial de la Iglesia sobre la cuestión social. Esta encíclica fue publicada el 15 de mayo de 1981. Con ella pretendía hacer justicia en la población, defendiendo a la clase popular, la obrera. Fue promulgada por León XIII.

Yo estoy de acuerdo con lo que este documento propone. En mi opinión, todo el mundo tiene derecho a la propiedad privada, pero cada uno para conservarla debe cumplir con sus obligaciones. Es normal que las personas tengan pertenencia, siempre y cuando acepten lo que esto conlleva.

Por otra parte, defiende la intervención del Estado para garantizar los derechos, tanto públicos como privados. El Estado es necesario. Realiza obras que nos benefician a toda la población, velando por nuestra seguridad y bienestar. Mientras el dinero sea utilizado para estos fines, es decir, para contribuir a que todos tengamos una vida más digna,  estoy de acuerdo. Lo malo es que muchas veces este dinero cae en las manos equivocadas y como consecuencia no es invertido en lo que se debería, quedando por tanto olvidados esos derechos que tanto queremos mantener a flote.

El trabajo es un derecho que todas las personas tenemos. Todos deberíamos poder trabajar. Pero claro, el trabajar requiere unas condiciones laborales mínimas. Por ejemplo, la jornada laboral tiene que ser racional, es decir, no debe explotar al trabajador. Además, el salario debe de ser adecuado al tiempo de trabajo y lo que el trabajador produzca, teniendo un salario mínimo para que la persona pueda llevar una vida digna, satisfaciendo sus necesidades. Este es otro de los principios de la encíclica, intentando que se haga justicia con la población.

Por último, la Iglesia no quiere esa constante lucha de clases. Plantean la unidad de la población, que los ricos sean solidarios, generosos y sean conscientes de la situación que viven las personas más necesitadas. Eso sí, permite la asociación de la clase obrera para defender sus derechos. Esto es justo lo que ocurre actualmente en la sociedad, ya que no hay presente una lucha de clases continua, pero si se dan manifestaciones para los trabajadores hacer hincapié en sus derechos y preferencias.

La “Renum Novarum” fue publicada para hacer frente a la Revolución Industrial, ya que en esta época por el desarrollo de las máquinas y la aparición de la clase obrera se trató a los trabajadores de manera desconsiderada, estando la mayoría sumida en la pobreza. Con esto, vemos que la Iglesia sí se preocupa por la sociedad y hace lo posible para mejorar su nivel de vida y la igualdad entre todos los seres humanos.