En la clase anterior de religión tuvimos la oportunidad de ver la película Gran Torino. Esta película consigue transmitir diversos valores cristianos.
El protagonista vive en un lugar donde conviven diferentes culturas. Esto hace que choquen y se provoquen enfrentamientos, pero también poco a poco van aprendiendo las unas de las otras. Esta integración cultural es propia del mismo Jesús; como cuando ayudó a la samaritana. Walt va conociendo una cultura diferente a la suya cuando empieza a trabar amistad con los hermanos Thao y Sue. Esta amistad cala hondo en Walt, el que empieza a actuar como Jesús habría querido, si no miremos esta cita bíblica: " Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos" (Jn). Los lazos que unen a estos tres personajes son más fuertes que cualquier lazo de sangre. Walt no se lleva bien con su hijo, es más, evita tener que encontrarse con él. En cambio, estos chicos significan mucho para él, por lo que se convierten en su verdadera familia. El primo de Thao y Sue no es precisamente trigo limpio, sino que pertenece a una banda callejera que se de dedica a alterar la tranquilidad del barrio en el que viven. Usan la violencia para conseguir lo que desean. Para pararlos, Walt utiliza un método propio de Jesús, el no usar la violencia, sino detenerlos pacíficamente. Por ello finalmente Walt muere, sacrificándose por las personas a las que ama y logrando que se haga justicia sin utilizar ningún método perjudicial, como lo hizo Jesús. Walt consigue morir en paz, lo que identificamos como la redención que logró Cristo.
Personalmente, esta película me ha marcado bastante porque me ha transmitido un mensaje cargado de sentimiento, y contiene unos valores éticos que harían que el mundo fuera mejor si todos los siguiéramos.
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